También llamado kado, el arreglo floral japonés tiene sus orígenes en las ofrendas del budismo, aunque se desarrolló como arte en el siglo XV. A diferencia de una mera utilización decorativa de las flores, en el ikebana es crucial la elección de la planta y de su recipiente, la colocación de las ramas y la relación de éstas con el contenedor y el espacio circundante.
Los rituales florales budistas llegaron a Japón desde China a principios del siglo VII. En el siglo XVI, un nuevo estilo de Ikebana fue concebido para la ceremonia del té. El chabana (ikebana para la ceremonia del té) debía ser austero y simple, representado generalmente por una única flor dispuesta en sencilla elegancia.
¿Os gustaría aprender el ikebana? a mi si! ^^
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